Durante cuatro días la FIT volvió a ocupar el centro del escenario político y comercial del sector, consolidando y sosteniendo su protagonismo. Lo cual no quita que el evento explore mutaciones con dispares resultados y necesite corregir algunos aspectos para el año que viene. Las dos miradas sobre una misma realidad. El ‘vale cuatro’ de la Faevyt a AR y la incógnita de la fecha para 2017.
Si hay algo indiscutible de la Feria Internacional de Turismo es su poder gravitatorio de la agenda político- sectorial.
Un blindaje que tiene un remache flojo y es la persistencia del desplante presidencial en las aperturas (este año Mauricio Macri eligió el acto de inauguración del festival de cumbia en Tecnópolis).
Pero, paralelamente, pasaron por la feria al menos cinco ministros del Gabinete (Trabajo, Comunicaciones, Educación, Cultura y Turismo), además de media docena de gobernadores, embajadores, intendentes, legisladores y representantes del sector turístico nacional e internacional.
Por el lado de los negocios, la FIT hace ajustes todos los años para no fosilizarse comercialmente. Algunos funcionan, otros no. Y en ese sentido, éste fue otro año de transición, con la adición de varios eventos paralelos (FIT Tech by Knowtech, el Foro de Ciudad, Comercio y Turismo de la CAME y el Congreso de Turismo Accesible) y el traslado del 100% de la citas de negocios a los stands.
“A mí me gustó la feria porque, en términos generales, fue útil. Después cada uno puede tener su propia experiencia particular. Pero la primera puesta en escena del espacio tecnológico fue algo positivo, creo que logramos mostrar algo distinto y novedoso y fue muy bien valorado por la gente que participó”, evaluó el presidente de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista. Efectivamente, el montaje de FIT Tech fue diferente a todo lo hecho hasta ahora, aunque no logró concitar un interés masivo.
La adición del Foro de la CAME fue otra buena experiencia. “Lo mejor es que estuvo la posibilidad de que los 1.700 inscriptos, que no son todos del Turismo, puedan interiorizarse de la oferta del sector y sobre cómo vincularse e interactuar con las provincias, los prestadores y las agencias de viajes”, calificó Di Giambattista. El Foro de la Confederación es itinerante, con lo cual difícilmente se repita en 2017 en La Rural. Por eso, la Faevyt está explorando otras opciones: “Hace mucho tiempo que queríamos complementar la feria con una conferencia con prestigiosos disertantes y por eso ofrecimos a la CAME hacer el Foro en el marco de la FIT, como hacen otras ferias en el mundo. Probablemente, independientemente de que lo podamos materializar o no, es un proyecto que nos gustaría repetir el año que viene”, adelantó Di Giambattista.
A MEJORAR.
Uno de los fuertes de la Feria es cómo se ha consolidado en la preferencia del público general. El fin de semana La Rural estuvo colmada, pero eso también tiene un lado B a corregir. El ruido y el desorden que generaron las provincias con sus espectáculos para atraer la atención fueron por momentos insoportables. “En los próximos días vamos a hacer un balance en profundidad de los aspectos a mejorar. Pero seguramente hay varias cuestiones a corregir en cuanto al ruido y el orden en que se dan los espectáculos. Hay que generar espacios y encontrar el punto intermedio para que la provincia se pueda expresar y el público pueda disfrutar”, comentó el titular de la Faevyt.
Otro cambio que está en gateras es el de generalizar el concepto de islas por segmento de actividad. Algo que ya tiene su rodaje con el espacio LGBT. “Ya hay un par desectores interesados en que la feria les dé un amparo para promover la oferta de ese modo”, adelantó Di Giambattista.
LA AGENDA POLÍTICA.
Al mismo tiempo, la apertura de la FIT es el momento de condensación de la agenda de problemas e inquietudes de la actividad. Esta edición venía precedida por dos cuestiones que le daban una expectativa diferente a la de años anteriores. Por un lado, ver cómo recogerían los discursos el aciago clima sectorial, con la consolidación (y agudización) a lo largo del año de muchos de los problemas de arrastre. Por el otro, asistir al debut de Gustavo Santos inaugurando la muestra y la puesta a prueba de su oído para atender y responder a las demandas.
La crudeza del diagnóstico partió de la boca del titular de la Faevyt, Fabricio Di Giambattista, quien –aunque con gestualidad sobria– planteó una extensa agenda de temas a abordar para recuperar la competitividad.
Por su parte, Santos hizo alarde de su fluidez para las puestas en escena, pero evadió los reclamos y apeló a un relato en el cual “la decadencia de los últimos años” se revirtió en apenas nueve meses de gestión.
“NECESITAMOS RECUPERAR LA COMPETITIVIDAD.”
Mientras que el Ministerio de Turismo afirmó que “en poco tiempo, en muy poco tiempo, hemos recuperado el Norte” (SIC, Gustavo Santos), celebraron la vuelta de las inversiones (“ya hay relevados proyectos por $ 15 mil millones”) y dicen que medidas como la devolución del IVA se traducirá en el corto plazo en 8.000 nuevos empleos y 120 mil turistas adicionales, desde el riñón de las agencias piden ajustar el torniquete para frenar la pérdida de fuentes de trabajo y hacer viable el negocio. Y esa doble mirada quedó patente en los discursos.
“Nuestro sector necesita recuperar la competitividad para poder así traer más inversiones y generar empleo genuino para el país”, comenzó diciendo el titular de la Faevyt. Uno de los blancos neurálgicos de su alocución fue la cuestión fiscal, donde insistió en la necesidad de obtener un correcto encuadramiento como intermediarios, en particular respecto de Ingresos Brutos: “El Presidente (Mauricio Macri) supo entenderlo en su momento para la Ciudad, y no tengo dudas de que sabrá hacerlo a nivel nacional, porque para los tiempos que corren este no reconocimiento nos aleja del mercado mundial”.
En el mismo sentido, Di Giambattista dijo que es fundamental reducir la presión tributaria: “Tenemos doble imposición sobre un mismo hecho de IVA e Ingresos Brutos, con regímenes de percepción que atentan contra la inversión. Si las provincias no unifican criterios, definitivamente actúan en perjuicio de los destinos turísticos”. Y, además, reclamó corregir las distorsiones impositivas respecto de los servicios que ofrecen los competidores extranjeros: “No son más eficientes que nosotros; sino que aprovechan beneficios impositivos y normativas anticuadas y ambiguas para desarrollarse”. Puntualmente, apuntó contra “la mal llamada economía colaborativa” y dijo: “Sr. ministro, es necesario crear un marco competitivo de igualdad con la oferta tradicional”. En líneas generales, continuó el dirigente empresario, “entendemos que hay que considerar normativas y propuestas que se adapten a los nuevos productos y servicios, antes de que sigamos perdiendo empleos formales y oportunidades de desarrollo y crecimiento”.
EL MUNDO SEGÚN SANTOS.
Como dijimos anteriormente, Santos esquivó las referencias a las demandas planteadas por las agencias y construyó un relato según el cual en nueve meses se habrían revertido años de decadencia: “Los datos permiten percibir los primeros síntomas de la reactivación de la actividad”. Se refirió a números positivos en el turismo interno desde junio y subrayó que “el receptivo internacional se recupera y aspiramos a positivizarlo (SIC) en poco tiempo más”. En este sentido, celebró que el principal cliente de Argentina, Brasil, hoy caiga al 4%, comparándolo con el desplome del 40% de 2015.
Respecto de la reglamentación de la devolución del IVA a los extranjeros sobre los consumos en alojamiento, el titular del MinTur presumió de haber resuelto “en nueve meses una demanda de más de 30 años, aprobada hace 15 años y jamás aplicada”. Silencio absoluto sobre el aumento del DNT, que este medio reveló la semana pasada en exclusiva.
Por otra parte, el funcionario sostuvo que “nunca antes un presidente argentino dio tanto protagonismo al sector” y arengó a la actividad a “convertirse en la vanguardia de una Argentina mejor”.
Más risueñas cayeron las habituales alusiones al cambio por parte de un Ministerio que ahora dialoga y entiende que quien piensa diferente no es un enemigo (N. de la R.: llamativo siendo que, por ejemplo, desde que asumió no le ha dado ni una entrevista mano a mano a este medio) o el latiguillo de un federalismo sin discriminaciones políticas hacia las provincias, ya que “hoy todos podemos opinar e incluso disentir”.
Fuente: Ladevi
14/10/2016