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HOTELERÍA: La presión impositiva se duplicó en 13 años

De cada $ 100 que paga el cliente, $ 40 corresponden a impuestos en la hotelería

La situación de desplome de la rentabilidad no es privativa de las agencias de viajes. La hotelería y gastronomía también viene denunciando un descenso inédito de sus márgenes. Por eso, cuando se los acusa de ser parcialmente responsables del incremento de tarifas que ha llenado de agujeros la competitividad del destino, las entidades se fastidian e inmediatamente apuntan con el dedo hacia el Estado. No casualmente el titular de la Fehgra, Roberto Brunello, le respondió hace unas semanas a este medio sobre el indiscutible encarecimiento del producto Argentina: “Los costos son altísimos en este país, tanto los laborales como los fiscales. Ése es el tema que hay que discutir. No si suben o no los precios, no si los hoteleros están locos o son malos”. Para apuntalar ese descargo, la entidad encargó al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) un estudio sobre el costo impositivo que afronta el sector. Los resultados son elocuentes.

IMPUESTOS EN BASE DOBLE.

El informe comienza explicando que durante la última década se ha registrado en Argentina un incremento “sin precedentes” en la presión tributaria, la cual ha llegado a duplicarse respecto a la que existía hace 13 años. Los tres niveles de gobierno, Nación, provincias y municipios, han aumentado la carga que ejercen los tributos sobre personas físicas y empresas, tanto debido a cambios legales como a subas indirectas, derivadas de la no actualización de los parámetros de cálculo de ciertos impuestos. Por ende, la recaudación tributaria consolidada representó en 2015 prácticamente un 37% del PBI, mientras que en 2002 apenas superaba el 18%.

A nivel sectorial la carga tributaria argentina termina representando cerca del 40% del precio al consumidor de los servicios de restaurantes y hotelería. Dicho de otro modo, de cada $ 100 que paga el cliente, $ 40 son impuestos. Excluyendo los recursos de la Seguridad Social, los tres impuestos que explican la mayor parte de esta suba en la presión tributaria argentina incluida en el precio que abona el consumidor son: el Impuesto a las Ganancias, el IVA y el Impuesto a los Ingresos Brutos.

El principal componente del costo impositivo lo constituyen los aportes y contribuciones al régimen de seguridad social, con un porcentaje que se ubica aproximadamente en el 47% del total. Lo sigue el impuesto a los ingresos brutos que, con una participación del 17,5%, ha subido al segundo lugar como consecuencia del efecto que la reducción de rentabilidad del sector ha producido sobre el impuesto a las ganancias, que ha visto retrotraer su importancia relativa dentro del costo impositivo al 14,2%.

LA APROPIACIÓN DEL VALOR AGREGADO.

El estudio encargado a la Iaraf también analiza la mochila fiscal desde su impacto en el valor agregado de los hoteles. O sea, busca determinar quién se apropia de la diferencia entre el precio de compra de los insumos y la venta de los bienes y servicios ya transformados. Ese enfoque es interesante para determinar la utilidad del sector, la cual estipula en un 9,8%. De la cual poco más de la mitad es ganancia final para los propietarios de los establecimientos y otra parte corresponde a autofinanciación (inversión en activos productivos).

Nuevamente la mayor apropiación se la llevan los fiscos nacional, provincial y municipal, con un 50,4% del valor agregado sectorial. En tanto que los salarios –incluyendo al del personal directivo– implican el 39,8% de la torta. “Hay que modificar el sistema tributario”, afirmó Brunello, quien volvió a insistir en la necesidad de adoptar medidas de incentivo, fundamentalmente respecto al IVA: “La gran mayoría de los países le da un tratamiento diferencial a la actividad, ya sea aplicando una alícuota reducida (10% promedio) o mediante regímenes especiales para turistas extranjeros, reintegrando o eximiendo a los extranjeros de su pago en forma total o parcial. Como sucede en Chile, Uruguay, Perú y México”. Desde la semana pasada hay que sumar a la cuenta a Colombia, con lo cual la diferencia competitiva de Argentina sigue empeorando.

Fuente: Ladevi
03/03/2016