image

Investigan a los gigantes tecnológicos por prácticas monopólicas

Preocupados por las denuncias de estrangulamiento de la competencia, representantes de Google, Facebook, Amazon y Apple fueron citados a declarar ante el comité antimonopolio del Congreso de Estados Unidos. Las cuatro horas que duró la audiencia dejaron en evidencia que la aceleración de la concentración no es un mal propio de la industria turística, aunque vale repasar quién es quién en la distribución digital del sector.

 

La preocupación frente a la aceleración de la concentración no es un síntoma exclusivo de Argentina, ni mucho menos del sector turístico.

Ver sentados a directivos de Google, Amazon, Facebook y Apple respondiendo las consultas de congresistas demócratas y republicanos en Estados Unidos no es una imagen que hubiera sido verosímil hace un lustro. Pero, como plantearon repetidas veces los legisladores estadounidenses, hay serias preocupaciones frente a las denuncias de consumidores y pequeñas y medianas empresas sobre prácticas monopólicas por parte de los gigantes tecnológicos.

El titular del Comité Judicial del Parlamento, el diputado demócrata Jerrold Nadler, dio a conocer una declaración en la que afirmaba que “hoy en día es efectivamente imposible usar Internet sin utilizar, de una forma u otra, los servicios de los cuatro proveedores que se presentan hoy aquí”. El congresista graficó la preocupación sobre cómo los nuevos intermediarios digitales habían ganado la capacidad para controlar el acceso a mercados críticos: “Si usted es un comerciante, desarrollador o productor de contenido independiente depende cada vez más de estos poderosos. En toda la economía, las empresas viven con el temor de ser excluidas de estas plataformas, un hecho que muchas empresas han compartido con el Comité tras el anuncio del inicio de una investigación sobre la competencia en los mercados digitales”.

Pero si ese tono pareciera rudo, leamos lo que le dijo el congresista demócrata Joe Neguse al jefe de Desarrollo de Políticas Globales de Facebook, Matt Perault: “No sólo son la red social más grande del mundo, sino que también son propiedades de Facebook las que ocupan el tercero, cuarto y sexto lugar (WhatsApp, Facebook Messenger, e Instagram). Tenemos una palabra para eso… Se llama monopolio”.

 

LOS TRENES DEL SIGLO XXI

En Estados Unidos las normas antitrust y de defensa de la competencia de la última década del siglo XIX son parte del inconsciente colectivo. Por ello, no extraña que algunos congresistas vean en Google, Facebook, Amazon y Apple los imperios de los Vanderbilt, Rockefeller, Carnegie y Morgan (ferrocarriles, acero, petróleo) recreados en el siglo XXI.

En este sentido, Nadler dijo que los gigantes tecnológicos hoy controlan la infraestructura esencial y están en capacidad de controlar el acceso a los mercados. Situación que -planteó el legislador- no es muy diferente a la de hace 130 años: “Cuando los ferrocarriles transformaron la vida estadounidense, pero creando un estrangulamiento clave que los monopolios podrían explotar (…) Cobraban peajes, extorsionando a los productores que dependían de sus rieles. Discriminaron a los agricultores, escogiendo ganadores y perdedores en toda la economía (…) Estas tácticas en los ferrocarriles provocaron furia y desesperación en todo el país. El Congreso inició investigaciones para documentar estos problemas y promulgó soluciones legislativas para detener y prohibir estas prácticas anticompetitivas”. Según Nadler, los gigantes tecnológicos están replicando en los pequeños y medianos empresarios ese miedo a la exclusión de la competencia, sin otra chance que ser absorbidos o desaparecer.

 

EL TURISMO SEGÚN GOOGLE

Durante las cuatro horas que duró la audiencia ante el Subcomité de Ley Antimonopolio y Derecho Comercial y Administrativo, obviamente no hubo referencias directas y específicas con respecto al impacto de la concentración en el ecosistema turístico. Pero sí hubo una alusión tangencial por parte del testigo de Google, Adam Cohen, director de Política Económica del gigante de Silicon Valley.

Segundos antes el congresista demócrata Jamie Raskin había citado un estudio de Rand Fishkin de 2018, donde se concluía que Google concentra más del 90% del volumen de búsquedas en Internet en los Estados Unidos: “Así que felicitaciones por eso” y preguntó: “¿Todavía argumentan que no son un monopolio porque ‘la competencia está a un clic de distancia?’”.

El ejecutivo de Google recogió el guante y respondió que la visión del mercado de Raskin era demasiado estrecha y que los consumidores utilizan un abanico de plataformas (citó que Amazon es el origen del 54% de las pesquisas de productos) cuando realizan búsquedas en línea: “Por ejemplo, cuando buscan lugares para viajar, hoteles y aerolíneas comienzan con competidores especializados dedicados a ello. Así que creo que el mercado es mucho más amplio que eso”.

 

OTROS NOMBRES, EFECTOS ¿PARECIDOS?

Por lo pronto, es indudable la importancia de los motores de búsqueda (terreno donde manda Google) en la actividad turística. Hace un par de años Expedia había detectado que el 69% de los viajeros empezaban a planificar sus viajes recurriendo a un buscador web, muy por encima de recursos como las páginas de hoteles, aerolíneas e incluso OTAs. Sin embargo, son estos últimos los que se hacen fuertes una vez que empezaba el proceso de decisión y reserva del viaje.

Efectivamente, los Google, Amazon o Facebook participan del turismo pero, por ahora, no siempre de una manera directa. “Google y TripAdvisor sugieren itinerarios, informan tarifas y permiten realizar transacciones sin salir de su plataforma. Facebook tiene anuncios específicos para hotelería, aunque por el momento sin reservas in situ. Y Amazon, luego de un intento fallido, puede reaparecer en cualquier momento”, explicó en su columna periódica en este medio el experto en tecnología y turismo Gabriel Przybylski. De todos modos, el especialista advirtió: “Todas ellas poseen el tráfico y contacto directo con los usuarios, presencia de los principales prestadores y grandes volúmenes de información. El costo de hacer un producto específico para el turismo es insignificante respecto de los ingresos por intermediación que pueden generar”.

Esto no quita que en el turismo también se está viendo un aceleramiento en el proceso de concentración de los grandes volúmenes en cada vez menos manos, con no pocas muestras de desagrado de proveedores (con los hoteleros a la cabeza) que denuncian condiciones leoninas de los distribuidores para acceder al mercado global online.

 

PARA MUESTRA UN BOTÓN

Las cuatro web de turismo (incluyendo plataformas, hoteles, aerolíneas y casas de cambio, entre otros rubros) con más visitas en el mundo pertenecen a los grupos Booking (un hólding con media docena de marcas) y Expedia (compuesto por más de una veintena de empresas). Si el listado se filtra por consolidadores, el panorama luce aún más concentrado: Expedia es dueña de 6 de las 10 principales plataformas de reservas de vuelos, alojamiento y viajes. Otras dos de ese decálogo elaborado por Alexa (la empresa de análisis de datos de Amazon) pertenecen a Booking.

 

LA DEFENSA

Pero volviendo a la investigación abierta en el Congreso de los Estados Unidos. ¿Cómo se defendieron los gigantes tecnológicos de las acusaciones de prácticas monopólicas y entorpecimiento de la libre competencia?

Un dato interesante lo brindó el ejecutivo de Google, quien planteó que sus antiguos empleados han creado más de 2.000 nuevas empresas y que una práctica monopólica es incompatible con el hecho de que Estados Unidos siga siendo la mayor cuna de “unicornios”. Según Adam Cohen, sólo en el primer trimestre de este año 147 empresas de ese país alcanzaron ese estatus (estar valoradas en más de mil millones de dólares). Por otra parte, el representante de Google dio como ejemplo del beneficio que se genera a los consumidores el hecho de que los precios en el sector de tecnología, telecomunicaciones y comercio electrónico cayeron un 0,8% en 2018, comparado con un aumento del 3% en el resto del sector privado. Además, dijo que duplicaron la tasa de creación de empleo respecto al resto de la economía. “Por supuesto que a medida que el progreso y la innovación se expanden, marcos regulatorios sólidos ayudan a asegurar que nuestras sociedades y economías continúen beneficiándose de las nuevas tecnologías”, aceptó Cohen, quien continuó: “Pero a los productos y servicios tecnológicos ya se les aplica una amplia gama de reglas antimonopolio, estándares publicitarios, derechos de autor, privacidad y protección al consumidor”.

Al respecto, el jefe de Desarrollo de Políticas Globales de Facebook, Matt Perault, también abrió el paraguas frente a algún tipo de avance normativo sobre las tecnológicas: “Facebook está donde está porque hemos trabajado duro y tomado riesgos. Nuestros esfuerzos han resultado en un éxito significativo, y Estados Unidos no castiga el éxito… lo premia”.

Tampoco Amazon -representada por su abogado Nate Sutton- quiso cerrar la jornada sin antes advertir: “Cualquier legislación para regular la relación entre proveedores y minoristas se debe hacer con la participación de todos las partes interesadas y una cuidadosa consideración de cómo cada uno puede verse afectado. Para así evitar que involuntariamente se esté inclinando el campo de juego competitivo”.

 

Fuente: Ladevi
27/07/2019