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La aventura y el turismo religioso esperan en Lavalle

A sólo 36 kilómetros al norte de la ciudad de Mendoza, este destino emergente y pujante ofrece una serie de alternativas diferentes y complementarias al turista. Un paisaje donde el desierto es protagonista.

No hace falta aventurarse a miles de kilómetros de distancia para internarse en un desierto de médanos y dunas semejante al mítico Sahara, el departamento de Lavalle, al norte de la provincia de Mendoza, ofrece este ecosistema único, además de toda una gama de productos turísticos que van desde lo religioso a lo gastronómico.

“Nosotros tenemos mas que todo un turismo tranquilo, como el religioso. Tenemos festejos patronales en las distintas comunidades. Son festejos muy importantes, muy tradicionales, con mucha cultura y con mucha historia”, dijo el director de Cultura y Turismo del departamento de Lavalle.

Su paisaje natural es agreste, donde médanos, cañadas, algunos ríos y lagunas temporales, conviven entre bosques abiertos de algarrobos y chañares, y donde habitan una gran cantidad de aves y una escurridiza fauna de monte que deja sus huellas en la arena.

Las comunidades Huarpes habitan desde tiempos inmemoriales ese territorio cubierto en el 85 por ciento de su superficie por dunas y médanos de fina arena, que le dan un aspecto bucólico manchado por grupos de jarillas y chañares que perfuman el ambiente.

El departamento de Lavalle posee una extensión de 10,244 metros cuadrados de superficie, del cual 93% lo constituye la zona de secano y el 7% restante equivale a la zona de oasis productivo que incluye el área urbana y rural.

Lavalle es un destino diferente, donde se puede combinar la aventura –cabalgatas, mountain bike y trekking, entre otros-, con la buena gastronomía.

“En Lavalle se prepa el chivo más rico de la provincia” dicen “Es un chivo de destete que no llega a comer el pasto porque es de mal sabor. El chivito sale de la leche con 3 a 4 kilos y pasa al horno, No se hace al asador sino al horno de barro. Se esta comiendo a los 40 días de nacido. Es súper tierno. Lo llamamos chivo de leche y recomiendo mucho que lo vengan a degustar”, aseguró.

 

La opción rural y religiosa

Con un clima que hace que la temporada vaya a contramano del resto de la provincia, el departamento de Lavalle tiene una red de turismo rural que funciona desde 2007 y lo conforman varios emprendimientos turísticos.

La variada oferta incluye comidas típicas, visitas guiadas por fincas de frutales y viñedos, actividades culturales interactivas, elaboración de vino casero en bodeguita artesanal y productos biodinámicas.

Asimismo, fraccionamiento de miel, degustación, alojamiento urbano y de campo, actividades anuales programadas que incluyen eventos en distintos sitios de la red y jornadas de bici turismo con circuitos que vinculan varios emprendimientos rurales.

“Nosotros tenemos un turismo tranquilo, como el religioso, y además hacemos el chivito más rico de la provincia de Mendoza””

Pero si la Fe mueve montañas, en el departamento de Lavalle lo que hace es atraer multitudes de creyentes que participan de las fiestas patronales de diferentes comunidades, como Asunción y Laguna del Rosario.

“En agosto se celebra la fiesta en honor a Asunción, que es la Virgen del Tránsito; en octubre la fiesta en Laguna del Rosario –que reúnen hasta 60 mil personas-, por la Virgen del Rosario; y también en octubre la fiesta del Cavadito…son todos festejos patronales y religiosos”, precisan desde la dirección de turismo de Lavalle.

Otros dos productos propios de la región, el melón y la sandia, tienen también su fiesta –en febrero-, previa a la del cosechador –en marzo-, donde es habitual la presencia de artistas locales y nacionales.

 

Adobe y algarrobo

“Nosotros estamos a contramano del tiempo de los otros destinos de la provincia, somos mas de invierno cuando los otros destinos son de verano. Las altas temperaturas hacen que un lugar como los Altos Limpios, una gran extensión de médanos y dunas, deban ser visitados cuando el clima es más benigno”, explicó el funcionario.

Junto a ese ecosistema único, la gran reserva de algarrobo –el árbol del desierto, puede ser visitada de marzo en adelante, evitando los meses de temperaturas extremas.

Con este paisaje de fondo, las construcciones de adobe constituyen una opción tradicional para el turista, y como ejemplo, la Capilla del pueblo de Laguna de Rosario con sus 500 años de historia y las cabañas en Asunción.

“Somos un destino que quiere crecer y tenemos las opciones para hacerlo. El turista puede ir por la mañana a Tupungato, almorzar ahí, y venirse por la tarde hasta nuestro territorio donde compartirá una experiencia única y será recibido con la gentileza y humildad de nuestra gente”, concluyó el funcionario de Turismo de la comuna.

 

 

Fuente: Telam por Alejandro San Martín