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San Rafael, entre valles, ríos y viñedos

Con los sentidos puestos en un viaje pensado en disfrutar, fotografiar y relatar, llegué a mi primera parada, la ciudad de San Rafael en la provincia de Mendoza.

Con la nafta justa, me vi obligado a cargar combustible en la estación de servicio antes de ingresar a la ciudad. Ya con el tanque lleno, ingreso a la ciudad y me sorprendo por sus calles anchas y de fácil acceso –era la hora de la siesta-. También me llama la atención su limpieza y la señalización hacia los recorridos turísticos por lo que me dije: “Es imposible perderse en San Rafael”. Luego de recorrer sus calles arboladas de carolinos, y algunas de sus calles céntricas adoquinadas, me detengo a picar algo para seguir viaje.

Me dirijo a unos 35 km del Km 0 hacia la Represa de Los Reyunos, alimentada por el Río Diamante. Cubre una superficie de 750 Ha y su principal función es abastecer agua a los pueblos cercanos y ser centro turístico por sus impresionantes vistas y color del agua. Estaciono detrás de un motorhome (les cuento que es mi sueño tener una) a contemplar un paisaje imponente por la altura de su mirador y por el impactante color azul intenso y turquesa de sus aguas.

Al estar cerca de la ciudad, muchos de los pobladores van a pasar una tarde agradable al aire libre, ya que posee un lugar para dejar los autos y colocar mesas para comer. Si llevan cámara de fotos no se pierdan estas vistas hermosas para hacer una buena toma.

 

San Rafael, en todos sus alrededores, posee estancias para la comercialización de viñedos con sus correspondientes bodegas, lo que hace un paisaje muy atractivo siendo receptivo al turismo internacional. Aquí se destaca, por su imponente infraestructura la Bodega Bianchi, entre otras. Éstas ofrecen recorridos y catas a sus visitantes. 

 

Al día siguiente, más descansado del primer tirón en ruta y luego de un rico desayuno, voy hacia Valle Grande donde se encuentra el Cañon del Río Atuel. El día mostraba mucha nubosidad y algunas gotitas mojaban el parabrisas. Eso favorecía, ya que la ruta no estaba transitada. Al ingresar al Valle, el olor a humedad y el verde de la flora jugaron un papel importante en mi estado de ánimo, se respiraba naturaleza. De un lado, una pared de montañas, del otro se comenzaba asomar el Río Atuel, que luego hablando con lugareños, me decían que estaba más bajo que de costumbre por falta de lluvias en las nacientes.

Me propuse subir por el circuito asfaltado que va hasta el paredón de la Presa Valle Grande que, luego de pasar por debajo de unos interesantes túneles en la montaña, se llega al contenedor y espejo de agua, regalándome un atardecer inolvidable.

 

Allí la “cola de novia”, demuestra un show aparte y provee caudal controlado a este río que tiene como atractivos principales: actividades de aventura, kayak, rafting y tirolesa.

También pude disfrutar de unos buenos mates, con amigos a la vera del río, donde no se paga costo alguno por estar allí y se puede acceder por detrás de los puestos de artesanías o de los vendedores de pan casero y quesos de cabra.

Otro circuito que recomiendo, es transitar por Ruta 144 hasta llegar a  “El Desvío” por Ruta 180, directo por asfalto a la localidad de El Nihuil, pequeño poblado con un Dique que lleva el mismo nombre y que regala unas vistas espectaculares. De allí, se puede regresar a Valle Grande por unos 50 km de ripio -que está en partes aserruchado y en otras muy bueno- y que al gustarme la aventura lo hice y no me arrepiento.

 

En el Cañón del Atuel, los cerros de colores, acompañados por el Río Atuel en todo el camino, hacen de este trayecto de montaña un paseo inolvidable. Allí se localizan las Generadoras hidroeléctricas El Nihuil, I, II y III. 

 

Con toda la buena energía que los kilómetros recorridos habían transmitido, llegamos a las proximidades del Valle Grande nuevamente, saco mis últimas fotografías desde este mirador, donde las aguas turquesas y esa especie de “dragón” que se quiere asomar en el medio, me despiden y preguntan: “¿Cuándo volveremos a vernos?”

 

Fuente: negrowhite.net, por Javier Perez