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Vacaciones seguras: los efectivos que asisten a quienes visitan Mendoza

Unos 60 efectivos de la UPAT son los encargados de ayudar a los miles de turistas que llegan a la provincia.

A veces las soñadas vacaciones pasan a ser una pesadilla cuando se es víctima de algún hecho de inseguridad. Sobre todo si eso ocurre en otro país y, más aún, si no hablamos la lengua del lugar. Por eso, para los miles de extranjeros que llegan a Mendoza es un alivio recibir la asistencia de policías que no sólo hablan su mismo idioma sino que les ofrecen toda la asistencia necesaria para sobrellevar el mal momento vivido.

Hace 10 años se creó la Unidad Policial de Asistencia al Turista (UPAT). Sus efectivos recorren la provincia fomentando la prevención de delitos y advirtiendo a los visitantes qué medidas tomar para evitar riesgos y que su estadía sea reconfortante. En ocasiones los ayudan a gestionar trámites y hasta los trasladan al aeropuerto.

La cuatro unidades de la división se ubican en Gran Mendoza (en el edificio del Ente Provincial de Turismo), el Valle Grande en San Rafael, los Caminos del Vino (en el cruce de ruta 60 y Urquiza) y en San Martín (en el Acceso Este y carril Montecaseros).

Quienes asisten a los visitantes son unos 60 efectivos con un perfil específico. “El policía turístico tiene que ser una persona amigable, sociable, con un gran sentido de la empatía para utilizar al momento de asistir a un turista. Tiene que ser educado, correcto y brindarle todos los servicios que estén a su alcance”, explica a Los Andes el subcomisario Mario Riili, a cargo de la UPAT Gran Mendoza. Para mantener ese perfil, periódicamente los policías turísticos realizan capacitaciones en asistencia a las víctimas, idiomas y turismo.

 

Hablar el idioma de la víctima

A Mendoza no sólo llegan argentinos sino que un alto porcentaje de visitantes está conformado por extranjeros. Por ello es fundamental que la asistencia que brinda la UPAT se base en el manejo de distintos idiomas. Riili confió que en la división todos los policías hablan inglés. Otros lo complementan con el francés, portugués, chino mandarín, italiano y hasta lenguaje de señas. “Para estar en la unidad se requiere que el policía venga con conocimiento de idioma. Acá lo refuerzan y después, de acuerdo a su gusto, eligen qué otros idiomas estudiar”.

 

“La UPAT tiene dos ejes de trabajo: la prevención y la asistencia. El 70% del recurso se aboca a la prevención. Realizamos tareas en Peatonal, en los espacios verdes, Terminal de ómnibus, en el parque San Martín, en los hoteles, en los consulados, en los Caminos del vino”, detalla Riili.

Los uniformados reparten folletería en diferentes idiomas y trabajan en conjunto con los informadores turísticos.

De acuerdo a las estadísticas que manejan en la UPAT, el 40% de los casos que trabajan son motivados por algún delito. Dentro de ese porcentaje, el 90% son hurtos “descuidistas” y el 10% restante, asaltos -cometidos sobre todo en los sectores Sur y Oeste del parque San Martín y en los Caminos del Vino- y el robo de equipaje en vehículos o alojamientos.

El hurto se produce en cualquier ciudad del mundo porque el turista está relajado y viene algún oportunista y le sustrae la cartera del respaldo de la silla, o lo distrae con algo y le roba una cámara de fotos sin que se dé cuenta. Eso implica que, la mayor parte, ni ve quién le sustrajo”, explica el uniformado.

Y agrega: “Más del 60% de los casos son trabajos de asistencialismo pero no relacionada a hechos delictivos. Por ejemplo, accidentes de turistas que se caen en la vía pública y sufren alguna lesión, o quienes se descompensan y fallecen. En ese caso, se trabaja para que los familiares se puedan llevar el cuerpo y regresar a su país”.

Debido a la presencia del aeropuerto internacional y al paso internacional Cristo Redentor, los miembros de UPAT gestionan muchas veces los documentos que han extraviado los turistas o los asesoran para que sepan cuáles deben llevar para salir del país. Otra de las funciones que desempeñan es el acompañamiento de andinistas accidentados, sobre todo en el cerro Aconcagua.

 

Cuando el turista es el delincuente

En ocasiones el visitante no es una víctima sino quien comete un delito en Mendoza.

“Tenemos turistas en hoteles, sobre todo en los de cinco estrellas, donde lo que intentan es sacarles dinero o beneficios al hotelero sustrayendo algún elemento. Hemos tenido casos en los que han sustraído televisores de las habitaciones, por ejemplo”, señala Riili.

Y añade: “Esa persona, de ser considerada turista, pasa a ser un ciudadano extranjero detenido por un delito. En ese caso se lo procesa como a cualquier otro ciudadano, se pone a disposición de la Justicia, se comunica al consulado y a partir de ahí, si recupera la libertad y si es extranjero, generalmente vuelve voluntariamente a su país”.

 

La asistencia más requerida

“Fundamentalmente lo que buscan los turistas en UPAT es información, no tanto turística porque eso lo dan los Centros de Información Turística (CIT); acá lo que buscan es información sobre seguridad turística”, explica el subcomisario consultado. Quienes llegan a la provincia buscan saber qué medidas tomar en caso de programar caminatas, por dónde circular con mayor seguridad, conocer el estado del paso a Chile. Por ello el trabajo de los efectivos turísticos se coordina con la Dirección de Migraciones.

“También trabajamos con los extranjeros que no son turistas: colombianos, venezolanos, bolivianos, africanos, al tener la coordinación con el cuerpo consular y con Migraciones. Les brindamos asistencia, alojamiento gratuito si lo requieren, comida, traslado a la terminal, el aeropuerto o su  consulado, que realicen la tramitación de documentos y pasaporte”, enumera.

Si ese extranjero sufre algún problema de salud, la UPAT lo asiste ya que trabaja de manera coordinada con los hospitales.

“Cualquier intervención en la provincia que necesite asistencia a un turista que tome conocimiento el 911 o la Policía en general, nos comunican a nosotros. Somos la segunda unidad que trabaja en el lugar. En accidentes en el corredor internacional también trabajamos fuertemente”, reseña Riili.

Dentro del trabajo preventivo, los miembros de UPAT concurren a las siete universidades que hay en la provincia para brindar charlas informativas a estudiantes de intercambio que suelen quedarse seis meses para completar sus estudios.

 

El agradecimiento de los visitantes

“Sucede muchas veces que los turistas vuelven a agradecer, justamente por la asistencia brindada, la empatía y la amabilidad de los policías turísticos”, cuenta orgulloso el subcomisario. “Por ejemplo, ha ocurrido muchas veces que el turista que ha sufrido un hurto, a pesar de que ha tenido una situación incómoda, regale un ramo de flores o chocolates a las mujeres policías antes de irse, en agradecimiento del trabajo. También nos mandan postales para fin de año porque se genera un vínculo especial”, agrega.

Riili considera que esa respuesta de los visitantes es fundamental y gratificante para su personal. “Aún en situaciones gravísimas, los turistas se van agradecidos y contentos de que haya policías que les hayan brindado la asistencia y contención. Como hacemos los traslados, el mismo policía está tres o cuatro días  asistiéndolos y eso genera un vínculo estrecho. Por eso los traslados al aeropuerto y a la terminal terminan con una linda despedida”, concluye conforme el uniformado.

 

Recomendaciones

Folletos en mano, los policías turísticos se ubican en lugares clave que concentran gran número de visitantes. En ellos, escritos en diferentes idiomas, figuran algunas recomendaciones para evitar ser víctima de la delincuencia y tener una agradable estadía en Mendoza.

– No dejar bolsos o pertenencias, como cámaras fotográficas, a la vista o colgados en la silla de los restaurantes.

– No pagar excursiones y/o servicios con empresas que no estén habilitadas, ni contratar alquileres ofrecidos a través de promotores callejeros.

– Utilizar las cajas de seguridad del lugar donde se hospeda para guardar documentación personal importante como boletos de avión, DNI y pasaporte

– Siempre caminar por lugares concurridos e iluminados y sin objetos de valor a la vista.

– Al cambiar dinero, hacerlo en bancos, financieras y casas de cambio oficiales, nunca en lugares públicos, para evitar estafas.

 

Fuente: Diario Los Andes
21/01/2019